Así constituyó a los doce:
A Simón, y le puso el sobrenombre Pedro, a Santiago de Zebedeo y a Juan su hermano, y les puso el sobrenombre “Boanerges”, es decir, “Truenos”, a Andrés y Felipe, a Bartolomé y Mateo, a Tomás y Santiago de Alfeo, a Tadeo y Simón el Fanático y a Judas Iscariote, el mismo que lo entregó”
Comentario
y pistas para la oración
Jesús con
esta elección de apóstoles hace una ruptura con el Israel oficial. Estos
discípulos que son llamados y optan por Jesús dan muestras de una gran
valentía, pues seguir al Maestro en aquel momento implicaba romper con el
Israel oficial y por tanto ser perseguidos como Jesús era ya perseguido por
escribas y fariseos.
En el texto
se dice claramente que Jesús quería a estos hombres que llama. Acercarse a
Jesús implica amarle, estar con él, vivir una relación personal con él. Además
los discípulos son enviados a predicar, a extender el mensaje del reino. Y
Jesús les da el poder de liberar, sobre todo del odio y de la violencia. Estos
dos sentimientos estaban muy extendidos en tiempos de Jesús a causa de la
opresión que el sistema político – religioso ejercía sobre el pueblo, así como
la ocupación romana, muchos soñaban con una rebelión violenta.
A Simón le
pone un sobrenombre que a todas luces tiene relación con su procedencia
revolucionaria, con su espíritu obstinado y violento. Se trata de un
sobrenombre no de un nombre,
pues Jesús cuando lo llama le dice “Simón” no “Pedro” Pero la Iglesia primitiva
utilizó su sobrenombre.
A Santiago y
a Juan también les puso un sobrenombre que indica también su procedencia. Tiene
que ver con el hecho de hablar con autoridad, cosa que los cabezas de familia
hacían en el antiguo Israel.
Jesús no
busca hombres perfectos, de hecho entre los que eligió está el mismo que lo
entregó.
Inma Fabregat
No hay comentarios:
Publicar un comentario