La suegra de Pedro Mc. 1, 29 – 31

Saliendo de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Santiago y Juan. La suegra de Simón estaba acostada con fiebre, e inmediatamente se lo dijeron. Él, acercándose, la tomó de la mano y la levantó. La fiebre la dejó, y ella se puso a servirles.





Comentario y pistas para la oración

Contempla la escena: Jesús recorriendo las calles de Cafarnaúm acompañado de sus nuevos colaboradores, Santiago y Juan. Se dirigen a casa de Simón. La casa es pequeña, Simón es un pescador pobre. Antes de entrar avisan a Jesús de que la suegra de Simón está enferma. Jesús no se puede quedar indiferente ante esta situación.

La fiebre era considerada en la época de origen diabólico, por tanto tenía algo que ver con el pecado. Pero también es posible que lo que mantenía a la mujer postrada era la ira que llevaba dentro de sí contra el sistema, la ocupación romana, los preceptos absurdos de la Ley judía… Jesús quiere liberarla de esta situación que le impide el servicio a su familia, y a la sociedad. Un corazón lleno de violencia no puede amar, no puede compadecerse.

Jesús es tierno, se acerca a ella, la toma de la mano y la levanta, libera a la mujer de su postración.





-          ¿Hay en ti alguna fiebre que te impide el servicio a la comunidad, a tu familia?

-          Investiga cuáles son los sentimientos que te habitan cuando realizas un servicio a la comunidad, a tu familia.



                                                  Inma Fabregat





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