Llegaron a Cafarnaúm, y luego, el día
de sábado, entrando en la sinagoga, enseñaba. Se maravillaban de su doctrina,
pues la enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas. Y luego,
hallándose en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, comenzó a
gritar, diciendo: ¿Qué hay entre ti y nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a
perdernos? Te conozco: Tú eres el Santo de Dios. Jesús le mandó: Cállate y sal
de él. El espíritu impuro, agitándole violentamente, dio un fuerte grito y
salió de él. Se quedaron todos
estupefactos, diciéndose unos a otros: ¿Qué es esto? Una doctrina nueva y
revestida de autoridad, que manda a los espíritus impuros y le obedecen. Se
extendió luego su fama por doquiera en todas las regiones limítrofes de
Galilea.
Comentario
y pistas para la oración
Entra en la
sinagoga de Cafarnaúm con tu imaginación. Está llena a rebosar porque es
sábado, todos están presentes. La ceremonia ya ha comenzado, la asamblea ya
está constituida, entra Jesús e interrumpe lo que ya había comenzado. Sin pedir
permiso al ayudante, comienza a enseñar a la asamblea. Todos se admiran de su
enseñanza.
¿Qué
conciencia tenía Jesús de sí mismo para hacer tal entrada? ¿Cómo acogería la
asamblea esa interrupción de su ceremonia? ¿Y el rabino?
Contempla a
Jesús, contempla la escena, siéntete presente.
Jesús
enseña, y cuando termina sucede un hecho sorprendente, uno de los presentes
comienza a gritar contra Jesús. ¿Estaría este hombre realmente poseído como
dice el texto? ¿Sería un fanático a ultranza de la ley judía? Pero esta ley
falta de caridad, de misericordia, lo despersonaliza, no dejando espacio en él
a los sentimientos más humanos. Lo que es cierto es que estaba
despersonalizado, había una fuerza interna que no lo dejaba ser el mismo. Jesús
lo libera de esta fuerza, lo cura y el hombre comienza una nueva vida más
plena, con toda la riqueza de su personalidad.
-
Y si
tú mismo/a fueras este hombre ¿crees que hay en ti algo que no te deja ser tú
mismo? Preséntale a Jesús esta realidad. Imagínate que Jesús se te acerca y te
impone las manos ¿qué sientes?
Inma Fabregat
Inma Fabregat
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